LECCION 8
¿POR QUÉ BUSCAMOS EL CONTACTO?
Nada hay más cerca de
nosotros, salvo el amor de Dios, que la presencia de nuestros ángeles de la
guarda. Nos conocen mejor, en forma más íntima, que nuestros padres o nuestros
cónyuges. Se ocupan apasionadamente de nuestro bienestar espiritual y también
de nuestra salud física, en cuanto ésta pueda efectuar lo espiritual (cosa que
siempre sucede).
Desde el momento de nuestra
concepción, nuestros ángeles guardianes nos han acompañado, manteniendo sin
cesar su contacto con nosotros. Saben lo que hacemos, conocen nuestras penas,
se enteran de cuanto vemos y decimos. Tienen a su cargo la vida y la muerte de
toda célula viviente y nos aman, porque son serse enviados por Dios y Dios es
amor.
Y el amor es la más básica, bella e
importante de todas las comunicaciones, así como la más poderosa. Es algo tan
sencillo como el niño protegido en brazos de su madre y al mismo tiempo tan
complejo como la mujer sin hogar, enferma de SIDA, que, cuando encuentra a
alguien más necesitado que ella, le brinda su único tapado para que se abrigue.
Es hermoso, porque el amor crea belleza en el espíritu que ama y del que es
amado. El amor es importante, porque nos trae el recuerdo de Dios, y Dios es
amor. Y es poderoso, porque puede transformar nuestras vidas con más fuerza que
un terremoto.
El amor tiene necesidad de
comunicarse. Ansía llegar al amado para que cada persona sepa que es admirada y
querida y que alguien está cuidando de ella. Cuando le resulta imposible
alcanzarnos por medio de hechos o de palabras, lo hace en espíritu. Necesita,
debe comunicarse.
Nuestros ángeles nos aman, y porque
nos aman sólo piensan en nuestro bien. Quieren que nos sintamos felices y
estemos en paz, desean que todos nos enteremos de cuánta es la sabiduría, la
misericordia y el amor que ellos tienen. Quieren lo mejor para todos nosotros.
Por nuestra parte, también amamos a
nuestros ángeles, aunque la mayoría de las veces no estamos conscientes de
ello. Quizás hayamos tenido alguna intuición de su labor en algún momento de la
vida, como la mano que nos retuvo en el momento en que íbamos a ponernos
delante de un camión, o aquella oleada de consuelo cuando llorábamos la muerte
de un amigo bienamado, muerto no hacía mucho. Y también, sencillamente tenemos
fe en la existencia de los Ángeles y en que ellos nos aman y se ocupan de
nosotros.
Pero, en última instancia, ya sea
que hayamos visto o no a nuestros ángeles, hayamos podido hablar con ellos o
no, lo que queremos es comunicarnos con esos seres. Deseamos verlos cara acara
para agradecerles todo lo que cuidan de nosotros y cuánto nos guían. El ansia
de tener una de esas formas de contacto es absolutamente normal. No tiene nada
de extraño. El amor se encarga de salir en busca de lo que debe amarse: Dios lo
hace; nuestros ángeles nos buscan, y nosotros buscamos a Dios y a todos los que
se relacionan con Él o provienen de Él. Para eso estamos hechos y eso es propio
de la naturaleza humana.
El universo entero se maneja y
alimenta con las energías del amor. El mundo se trasformaría todo,
absolutamente todo lo relacionado con nuestras vidas, fuera motivado por el
amor y recibiera su energía del amor. Creo que muy en lo hondo de nuestro
corazón, todos estamos enterados de esto, pero tememos vivir de acuerdo con
esas reglas, tal vez con la esperanza de que algún otro ponga a rodar la bola
para que todos los demás podamos seguirla. Los ángeles están en condiciones de
ayudarnos a dar más fuerza a nuestro amor, de modo que por eso queremos
buscarlos y aprender.
Nosotros decimos que no lo hemos
oído ni lo hemos visto alguna vez, pero es que no nos hemos dado cuenta. Para
conseguirlo, necesitamos desarrollar nuestra visión interior, nuestra
conciencia hacia adentro, oír lo que sucede dentro de cada uno. Sólo entonces
van a funcionar nuestros ojos y nuestros oídos.
Y no hay otra forma de desarrollar
la sensibilidad con respecto a nuestros ángeles, que constantemente nos hablan
en lenguas angélicas, que están mucho más allá de lo que pueden captar los
sentidos humanos. Hemos de preparar neutro espíritu y nuestro corazón, y en
ocasiones incluso nuestro cuerpo, y entonces sí estaremos en condiciones de que
los ángeles lleguen hasta nosotros en tal forma que podamos reconocerlos como
seres angélicos.
Los motivos que nos muevan a desear
tales encuentros han de ser puros y en absoluto originados en algún interés
personal. Incluso así, debemos aceptar que tales encuentros podrían llegar a no
concretarse nunca. No hay ruego ni promesa, por grande que sea, capaz de
impulsar a nuestros ángeles a ponerse en contacto con nosotros. Nuestras
conversaciones con el ángel custodio de cada uno - en lento avance- han de
buscarse dentro de los límites del reino espiritual y nunca en la esfera
física. Cuando sea necesario, dentro de esta dimensión, llevar a cabo una
entrevista con nuestro custodio, Dios y nuestros ángeles habrán de encargarse
de que ello sea posible.
¿Qué determina el
contacto?
Cuatro factores que han de
presentarse juntos, determinan si advertiremos o no que tenemos un contacto con
nuestros ángeles:
Ø Si forma parte del plan de Dios;
Ø Si en verdad conocemos y
entendemos qué son y qué hacen los ángeles, así como aquello que pueden hacer o
no;
Ø Si son puros nuestros deseos para
desear un encuentro de esa clase, y;
Ø Si estamos preparados para un
encuentro
El primero de esos factores - si
forma parte del Plan - está totalmente fuera de nuestro control. Sin embargo,
entiendo que si rezamos con fervor y sinceridad pidiendo el privilegio de ver a
los ángeles de Dios con nuestros ojos de seres humanos, así como merced a
nuestra percepción interior, el encuentro podría concederse.
Desde luego, la concesión de ese
pedido habrá de depender siempre del porqué de nuestro deseo de tener un
encuentro angélico. Si las razones son puras y libres de motivos tales como la
autogratificación, una curiosidad ociosa o el deseo de controlar a otros, o
incluso sentir celos de quienes sí han tenido encuentros con ángeles, entonces
podríamos estar más cerca de que el deseo nos sea concedido.
Y en cuanto se refiere a estar
preparados o no, ya es una cuestión del estilo personal de nuestra vida.
LOS CHAKRAS
Así como el sistema nervioso
coordina la actividad dentro del cuerpo físico, existen en el cuerpo energético
centros que ayudan a integrarlo en nuestro vehículo físico, con nuestra mente y
nuestras emociones. Así como hay en el cerebro diferentes zonas que se
relacionan con diferentes funciones físicas y mentales, así cada uno de estos
centros se relaciona también con diferentes funciones. Están localizados, no
sólo en la cabeza, sino por todo el cuerpo.
Estos centros energéticos se
denominan chakras, palabra sánscrita que significa "rueda", pues
cuando volvemos nuestros sentidos hacia adentro para explorarlos los vemos y
sentimos como discos o esferas giratorias. Hay ocho chakras principales que se
disponen en línea, desde la base de la columna hasta la parte alta de la
cabeza, y es con estos centros energéticos con los que trabajaremos en el siguiente
proceso de cimentación.
Hasta hace poco nos concentrábamos
en siete chakras principales, pero a medida que evolucionamos y nos vamos
acercando a los ángeles, un nuevo chacra está despertando dentro de nosotros.
Los llamamos chakra del timo. Se encuentra entre los chakras del corazón y de
la garganta. Así como los ángeles están abiertos a toda la vida, este nuevo
chakra nos sostendrá mientras aprendamos a abrirnos más y más los unos a los
otros.
La función del chakra del timo es
generar paz y amor universal. También se vincula con la glándula timo, parte
importante de nuestro sistema inmunológico. El despertar de este nuevo chakra
fortalecerá nuestro sistema inmunológico y nos ayudará a tratar con el cáncer,
el SIDA, las enfermedades del corazón, los ataques y otros males.
Dedica el tiempo necesario a
estudiar el diagrama siguiente, para poder familiarizarte con la localización
de los chakras y los colores que se relacionan con ellos.
Chakra de la Raíz: Base de la columna, su
función es la supervisión y seguridad; color - rojo; elemento - tierra; reino
mineral.
Chakra Sexual: Bajo vientre;
sexualidad, creatividad, naranja; elemento agua; reino vegetal.
Chakra del Plexo Solar: Región del plexo solar;
función - logros y poder; amarillo; fuego, animal.
Chakra del Corazón: Centro del pecho; amor;
verde; aire; humano.
Chakra del Timo: Parte superior del
pecho; compasión, paz; aguamarina; reino - enlace con el mundo del alma.
Chakra de la Garganta: Garganta; comunicación;
azul; reino angélico.
Chakra del tercer Ojo: Centro de la Frente;
intuición; añil; arcángeles.
Chakra de la Coronilla: Parte superior de la
cabeza: conciencia cósmica; violácea; el Creador.
Cuando te hayas familiarizado con
el diagrama y el gráfico, estarás listo para explorar tus chakras.
La mayor parte de las personas no
sabe dónde tiene el páncreas o el hígado, mucho menos los órganos del cuerpo
sutil. Tal vez no sientas tus chakras la primera vez que hagas un ejercicio con
los chakras. Quizás tampoco los veas. O puedes sentir algunos con más potencia
que otros. No te preocupes si no lo consigues de inmediato. La afinación de los
sentidos sutiles es progresiva; cuanto más repitas los ejercicios, más
mejorarás.
Observa si algunos son más fáciles
de percibir que otros. Aspira más profundamente hacia aquellos con los que te
sientas menos vinculada, hasta que tu conciencia de todos sea igual, hasta que
todas sus luces brillen con potencia.
Las energías de cada chakra se
relacionan con zonas de tu vida cotidiana y física. Te proporciono un breve
resumen de los principales asuntos pertinentes a cada uno, en lo mental y lo
emocional, en lo físico y en lo psíquico. Concéntrate en un chakra determinado
cuando estás dedicada a la actividad correspondiente, puede ayudarte a fluir en
armonía con tus más elevadas intenciones.
RAÍZ: Seguridad, cimentación, presencia,
confianza; aparato digestivo inferior.
SEXUAL: Sexualidad, sensualidad,
intimidad, creatividad; glándulas y órganos sexuales; clarisensitividad.
PLEXO SOLAR: Poder, control, logros,
autoestima; glándulas adrenales, tubo digestivo superior; sensibilidad de las
"ondas" de gentes y sitios.
CORAZÓN: Amor, compasión,
perdón, entrega, aceptación; corazón y sistema circulatorio; empatía.
TIMO: Amor universal (incondicional),
hermandad, lazos con toda la humanidad, paz; timo y sistema inmunológico;
telepatía.
GARGANTA: Comunicación,
espontaneidad, hablar y oír la verdad; tiroides, garganta y oídos;
clariaudiencia.
TERCER OJO: Sabiduría, discernimiento,
visión espiritual, glándula pineal, cerebro / mente; clarividencia.
CORONILLA: Yo Superior,
espiritualidad; pituitaria, cuerpo energético; conciencia cósmica.
Como verás, si tienes dificultades
con tu hogar y tu trabajo, el que participa es tu chakra de la raíz. Los
problemas financieros se relacionan con los chakras de la raíz y del plexo
solar, puesto que las preocupaciones monetarias afectan tu sentido de la
seguridad y de tu imagen personal.
Si analizas temas relacionados con
el amor y las relaciones, trabaja con el chakra del corazón. Si estás
estudiando para un examen, presta atención a tu tercer ojo. Si piensas en
cambiar de ocupación para dedicarte a un objetivo en concreto, ten conciencia
de tu chakra del plexo solar.
En cuestiones de salud, puedes
consultar el detalle y ver dónde los chakras se relacionan con tu cuerpo
físico. Una ronquea o una laringitis involucra el chakra de la garganta; si
tienes problemas estomacales, trabaja con el chakra del plexo solar, que se
relaciona con la parte superior del tubo digestivo.
EL ÁNGEL DE LA ACEPTACIÓN
Un ángel que se especializa en
ayudarte a confiar en el proceso divino, a tener fe en tu futuro y en el futuro
del mundo, y a aceptar que la voluntad y el plan de Dios son extremadamente
buenos, es el Ángel de la Aceptación conjunto con el Ángel de la Paciencia.
Este ángel es de naturaleza
femenina. En la mitología griega se la conocía como Iris, "la diosa del
Arco Iris, dotada de alas doradas y mensajera de los dioses.. Era la encargada
de transmitir a los hombres las órdenes de los dioses, viajando por el camino
del Arco Iris". También se la llamaba Reina de los Cielos, y se dice que
era la mensajera habitual de la Reina de los Dioses, la guardiana de los
Misterios.
Examinemos un poco las palabras
clave que acabamos de ver: El arco iris representa el canal o pasaje entre el
reino de la tríada espiritual, o divina conciencia, y la personalidad, y es
también el camino que recorre Iris al traer los mensajes que provienen de lo
alto. El arco iris también simboliza el signo de la alianza que se describe en
el Génesis (9:13-15); por lo que este ángel es también el Ángel de la Alianza,
lo cual significa que el mundo de un individuo no será inundado por el diluvio
de la negatividad si ese individuo encarna las cualidades de este Poder Causal.
¿Y en qué consisten esas
cualidades? En tener un sentido de proporción en la vida, junto a la capacidad
de mantenerse con firmeza y equilibrio en el camino espiritual mientras la vida
nos hace oscilar hacia atrás y hacia delante, entre el polo positivo y el polo
negativo. En la cualidad de practicar la moderación en todas las cosas y de no
caer en el fanatismo, independientemente de la pasión o devoción que sintamos
hacia una determinada actividad. En la fuerza que nos capacita para
concentrarnos en la dirección espiritual y para seguir el plan de la vida
mientras se va desarrollando y nos revela los objetivos cada vez más grandes e
importantes por los que debemos luchar. ¿Acaso un diluvio de pesimismo y de
escenas que representan lo peor que puede llegar a suceder podría sumergir a
una persona así? No, de ninguna manera, pues cuenta con la poderosa ayuda de
este ángel.
Su nombre de "Reina de los
Cielos" se refiere al principio femenino en la conciencia de la personalidad
recta, al sentimiento de la verdad espiritual que anida en un individuo cuya
conciencia y comprensión se basan fundamentalmente en los valores superiores.
Como una "mensajera de los dioses", su tarea principal siempre
consiste en recibir y transmitir las verdades espirituales que le comunica la
"Reina de los Dioses, la Madre del Mundo, es decir, el tercer aspecto de
la trinidad, el Espíritu Santo."
Este ángel representa el vórtice, o
remolino, a través del cual la expresión de las energías de aceptación y
paciencia han de ser extendidas a lamente y al corazón del individuo.
La palabra aceptación significa
consentimiento y estar de acuerdo con Dios en que los seres individuales son
divididos, es decir el reconocimiento del Yo como forma de una expresión de
Dios. La aceptación es la máxima entrega, la aceptación de la Presencia de Dios
en ti como tu YO. Es a través de esta aceptación que la personalidad cede su
lugar a la individualidad.
Sí, Iris no sólo nos recuerda
quiénes somos y qué somos, sino que también nos proporciona la tenacidad para
mantenernos firmemente en el camino espiritual hasta que la experiencia de la
realización - la comprensión absoluta de nuestra verdadera identidad - comienza
a despertar en nuestra conciencia. Cuando su energía se encuentra bloqueada, lo
cual se debe, por lo general al temor al futuro y a la falta de confianza en el
proceso divino, el individuo encuentra dificultades para adaptarse a las
situaciones nuevas, manifiesta una tendencia a discutir con casi todo el mundo,
se vuelve despilfarrador, extravagante y frívolo.
Ahora llama al Ángel de la
Aceptación y al de la Paciencia e inicia una amistad con la Reina de los
Cielos. Ella te hará elevarte hacia el camino del puro pensamiento y te
enseñará lo que realmente significa el optimismo. Ella no te mimará i estará de
acuerdo con las excusas que le presentes para justificar tus actos
irracionales, tus arrebatos emocionales o tu conducta demasiado indulgente con
respecto a cualquiera de tus acciones. Ella siempre te dirá la verdad y esa es
la razón que hace que pueda ser un aliado tan confiable a lo largo de nuestro
viaje espiritual. Tú también amarás su manera franca, sincera y directa de
expresarse.
Finalidad: Suministrar la energía
que nos capacita para confiar en el proceso divino con total aceptación del
"pase lo que pase", viviendo día a día con calma y ecuanimidad.
Rasgos negativos que pueden
presentarse a partir de las proyecciones del ego: dificultades para adaptarse a
las nuevas situaciones y circunstancias; tendencias al despilfarro y a la
extravagancia; persona a la que le gusta discutir.
Su energía resulta bloqueada debido
a: el miedo al futuro; un sentimiento inconsciente de que la voluntad de Dios
no siempre es buena; la falta de confianza en el plan y en las intenciones que
el Espíritu tiene para los seres individuales.
A LOS ÁNGELES CONSTRUCTORES
(Oración para las mujeres embarazadas)
¡Os saludo, legiones de Devas constructores!
Venid en nuestra ayuda.
Custodiad a esta criatura que nace
En el mundo de los hombres.
Dad fuerzas a la madre,
Enviad vuestros Ángeles benévolos
Que asistan al nacimiento
Y anuncian el alba de la nueva vida.
Llevad al hijo que nace
La bendición del Señor.
¡Os saludo, legiones de Devas Constructores!
Venid en nuestra ayuda.
Guiad al niño que nace
Al mundo de los hombres
Para que su Divinidad interior sea liberada.
AL ÁNGEL DEL GRUPO
Es una oración para recitar cuando
hay un grupo que se ha confiado a la protección de un Ángel. Hay que recitarla
cada vez que el grupo se reúne. Al final, antes de cada uno se aleje para tomar
su propio camino, se recitará la siguiente fórmula:
Ángel nuestro, protector y aliado,
Recoge y transforma nuestros pensamientos de amor.
Abre las puertas entre tu mundo de luz
Y nuestro mundo de niebla.
Guía nuestros pasos sobre el punto que nos une
Y que el puente sea ancho y seguro.
Acerca de nosotros tus Hermano
Para que escuchen nuestra llamada.
Aleja las nieblas de la materia
Para que vea nuestro intento de amor
Y nuestro corazón puro.
Dejad abiertas las puertas para que invocándoos
Podemos sentiros cerca.
Con vuestra ayuda
Nos sea dado proteger, consolar, curar.
Nos sea dado ayudar a quien sufre
En el cuerpo y en el espíritu.
Vuestra guía extienda nuestros conocimientos
Pues conocer es servir.
fuente
CREADORA ALEXIIS MUETTERKEN q.e.p.d y Publicado por Maria Elena Syro P
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