CURSO DE ÁNGELES
LECCION 9
LA ENERGÍA
Podemos seguir comprendiendo otros
puntos que generan nuestro universo no sólo a través de lo espiritual, sino
también ayudados por la ciencia.
Tanto el planeta Tierra como
nuestro cuerpo están formados por masa, materia. Se ha comprobado a través de
la física cuántica que la célula tiene inteligencia propia y que puede asimismo
auto dirigirse y auto modificarse.
Pero básicamente la energía, la
vibración, no sólo se transforma a nivel de la materia física, sino también a
través de otros planos de materia que vamos a seguir explicando más adelante.
Ya hace cincuenta años la ciencia
conocía ochenta y tantas formas de materia física (en la actualidad se conocen
muchos más) y sabíamos que la materia se componía de partículas increíblemente
minúsculas con espacios intermedios. Pero ahora empezamos a saber que es tanto
el espacio comprendido entre la materia que en cierto sentido puede decirse que
nada es totalmente sólido, todo está compuesto de átomos, y el átomo, a su vez,
contiene electrones, neutrones y protones que giran en órbitas o vibran con
gran rapidez formando un conjunto de partículas, espacio y cargas eléctricas
que a su vez forman la materia. Así como el cuerpo físico es materia más concentrada,
existe el cuerpo emocional que sería el conjunto de emociones que sentimos.
El Cuerpo Mental es el conjunto de
pensamientos que nosotros mismos irradiamos permanentemente, que también forman
otro cuerpo. Todos los cuerpos integrados forman el cuerpo espiritual.
Hace cincuenta años se había
empezado a comprobar que hasta las más insignificantes partículas no son cosas
sino manojos de vibraciones.
Hay diversas formas de energía; se
trasladan por el aire y el espacio sin perder sus formas características debido
a su diversa frecuencia de vibración.
Es así que las vibraciones que
abarcan desde una frecuencia de quince por segundo hasta quince mil por
segundo, son perceptibles por el oído humano como sonidos.
Las vibraciones que sobrepasan la
última cifra citada, dejan de ser percibidas por nuestro oído, pero al
alcanzarse una frecuencia de un millón quinientas mil vibraciones
aproximadamente, principia esa forma de energía llamada calor, que puede ser
percibida por otro de nuestros sentidos.
Más arriba en la escala de las
vibraciones viene la luz, a menudo combinada con el calor, la cual es percibida
por nuestros ojos. Las vibraciones luminosas más bajas empiezan con el rojo
oscuro y las más altas forman el violeta; a unos tres millones por segundo se
encuentran las ultravioletas y otras más, invisibles al ojo pero detectables
mediante instrumentos como la máquina Kirlian. También pueden ser percibidas
por nuestros sentidos internos.
En un punto más elevado de la
escala, todavía no puede decirse cuan algo, están las vibraciones del
pensamiento, y éstas son esas vibraciones invisibles, inaudibles, que
relampaguean de mente a mente.
Son numerosas las razones que
pueden aducirse para justificar que el pensamiento y la fuerza vital pueden ser
consideradas como la misma naturaleza que la electricidad.
Einstein demostró matemáticamente
que en todo el universo existen grandes campos de fuerza. He aquí el gran
concepto mental de Einstein, elaborado hace casi sesenta años: E = mc2.
Esta fórmula expresa la conversión de la masa en energía.
Al utilizarse la energía atómica se
demuestra de una vez por todas y para todo el mundo que la masa es energía.
Como la energía es vibración, es indudable que todo es vibración. Ahora sabemos
que somos vibración y de eso no cabe la menor duda.
Nosotros estamos inmersos dentro de
untar energético vibracional, todo lo que pensamos y sentimos también va
creando las realidades que todos vivimos.
Las vibraciones de nuestros
sentimientos y pensamientos continúan formando cuerpos no materiales o no
perceptibles a nuestros ojos, como se explicó antes.
Si nosotros enviamos un
pensamiento, no es unidireccional, funciona como un boomerang, como se cree en
el plano tridimensional. La energía vibra en planos muy elevados, más allá de
lo que nuestra conciencia puede comprender: sólo nos aceramos a percibir cuando
nos conectamos con nuestro interior que funciona de manera más sutil y perfecta
de lo que nuestros sentidos externos puedan captar.
TRANSFORMACIONES
Una de las principales causas de
que la gente crea que los ángeles se nos dan a conocer con tanta frecuencia, es
el deseo que los impulsa a enseñarnos a crecer y convertirnos en buenos
administradores de este planeta.
Tal idea nos dice que los ángeles
están junto a nosotros para ayudarnos a elevar nuestra conciencia, nuestro
auto-reconocimiento espiritual como raza y no sólo como individuos. Casi
podríamos decir que los Ángeles están con nosotros para proporcionarnos una
dosis de vitaminas que debe administrarse en los momentos justos.
Esta teoría, que en general se
apoya en el lenguaje propio de la New Age, argumenta que el mundo está al borde
de una transformación tan gloriosa que ni siquiera encontramos palabras para
describirla. Los Ángeles se hallan entre nosotros para servirnos de guías, para
ayudarnos a penetrar en un nuevo nivel en cuanto a la conciencia que debemos
tener de la tierra. Y cuando llegue el momento, a su debido tiempo, veremos a
todos esos Ángeles que nos rodean en forma permanente y viviremos con ellos
como nuestros amigos y salvadores.
Parece que, en un sentido limitado,
este concepto de transformación es cierto. Creo que los ángeles se encuentran
entre nosotros a fin de que se produzca un cambio profundo en el mundo. Pero no
por eso supongo que ellos habrán de hacerse cargo del trabajo. Su presencia más
obvia en nuestra vida es para despertarnos a la necesidad de empezar a
modificar el mundo a fin de que sea tal como ellos y nosotros lo deseamos. Y
cuando nos hayamos desarrollado los luciente como para sembrar amor, por haber
cambiado nosotros y por haber transformado el mundo de nuestro alrededor, ya no
necesitaremos ayuda para ver a nuestros ángeles y caminar con ellos. Sólo Dios
sabe cuánto tiempo demandará esto.
En ocasiones parecer que la única
frontera que hemos alcanzado es la frontera del desastre. Poseo la esperanza de
que tengamos la sabiduría necesaria como para aprender, y sé que ella es parte
del motivo de que los ángeles se hayan tornado visibles con tanta frecuencia en
los últimos tiempos.
Nuestros Ángeles, desde luego,
aspiran a que logremos nuestra transformación personal, no menos que la
transformación de la tierra. Y así es como tendría que ser. No estamos en
condiciones de cambiar el mundo para mejorarlo si no podemos siquiera
cambiarnos a nosotros mismos y despojarnos de celos y envidia, perjuicios y
codicia, y de todas las formas que puede revestir el mal. Y no podemos hacer
nada de eso sin contar con la presencia de Dios en nuestra vida.
Los Ángeles que se encuentran entre
nosotros son otras tantas señales de esperanza para indicarnos que nuestra
transformación - y la del mundo entero - no es imposible. El cielo no dista una
galaxia de nosotros, sino que está aquí, nos dicen; el reino de Dios está aquí,
en nuestro medio… y aquí estamos nosotros para demostrarlo. Las barreras no son
insuperables. Dios están tan cerca como los latidos del corazón.
Es de fundamental importancia tener
en cuenta que debemos invocar a nuestros Ángeles, por la sencilla razón de que
ni ellos podrán ayudarnos tanto como desean, si nosotros no lo invocamos. Todos
nosotros, más de una vez nos hemos quedado cortos, sin alcanzar nuestro
objetivo, por no pedirles ayuda. Los Ángeles están aquí para socorrernos en
aquellas cosas que no podemos hacer solos. Y me refiero a las cosas sobrenaturales,
no a las comunes.
Por ejemplo, hay mucha gente que
suele decir: "Yo estoy tranquilo porque tengo apostado en la puerta de
casa a mi ángel guardián, de modo que ni me preocupo por cerrar con llave
cuando salgo". Sin embargo, no es esa la responsabilidad de los ángeles.
Por el contrario, se supone que cada uno de nosotros debe preocuparse por la
protección personal de sus bienes terrenales.
Por cierto que a los ángeles les
agrada sobremanera poder ayudarnos. Es su misión, y cuanto más los dejamos hacerlo,
más felices son. Les gusta realizar cosas que nos ayudan.
LOS MENSAJEROS
Tanto en el Nuevo como en el
Antiguo Testamento hallamos numerosas historias de Ángeles que se aparecen a
los hombres y que traen mensajes. Estos mensajes casi siempre anunciaban
acontecimientos de capital importancia, por ejemplo, el nacimiento del Mesías.
Después de este hecho, no se conocen muchos casos de apariciones de Ángeles.
Sin embargo, ellos nos siguen enviando mensajes. Dado que no siempre los vemos
y oímos físicamente, hemos de intentar permanecer creativos y perceptivos, para
así estar en condiciones de recibir sus mensajes.
Los Ángeles utilizan sistemas para
difundir mensajes que ni siquiera imaginamos. ¿Te has encontrado alguna vez
sentado durante horas, devanándote los sesos, intentando hallar la respuesta a
una pregunta o problema? Precisamente en el instante en que decides dejar de
meditar, aparece una paloma en la cornisa de tu ventana. Al reparar en ella
sientes una sensación de calor y paz. Entonces, cuando te acercas a la ventana,
ves pasar un camión que lleva escritas las palabras que te proporcionan las
respuestas que tu cabeza no logró encontrar. Una vez acabada la lucha por
hallar esa solución, te das cuenta de que el mensaje te ha llegado sin hacer tú
el mínimo esfuerzo.
Presta atención a las sutilezas de
la vida. Los Ángeles pueden llegar a nosotros de maneras distintas pero que a
menudo se nos escapan. Es en nuestros sueños donde los mensajes se nos
manifiestan con más frecuencia. Los Ángeles, al comunicarse con nosotros,
demuestran ser creativos y de la misma forma deberíamos serlo nosotros al
recibir sus mensajes.
Los mensajes del cielo son siempre
para el bien supremo de la humanidad; nunca exigen el uso de la fuerza o de la
autoridad. Algunos de nosotros identificamos a los ángeles con fuerzas
espirituales que guían a nuestro Ser Superior infundiendo pensamientos nobles a
nuestra conciencia. Independientemente del papel específico que juegan, todos
los ángeles son de una forma u otra mensajeros.
Los que son heraldos de Dios traen
las nuevas más vitales. Estos portadores de noticias no se irán hasta que
recibas su mensaje. Por consiguiente, recuerda que debes relajarte y dejarte
llevar por la intuición.
EL ÁNGEL DE LA ARMONÍA
Imaginemos por un momento lo que
pasaría si una persona perteneciente a la cuarta dimensión del mundo, viviera
en nuestro plano físico, y como él o ella aparecería ante los ojos de los
demás.
Esa persona representaría el
perfecto equilibrio entre la cabeza y el corazón, la voluntad y el amor, el
interior y el exterior, el trabajo, y el juego, la quietud, y la acción, la
impresión y la expresión, el escuchar y el hablar, el recibir y el dar, la
irradiación y la atracción. Esa persona imaginaria sabía seguramente cómo
vivir. Tendría un flexible y relajado campo de energía y una conciencia del
equilibrio total, lo cual es otra forma de la estabilidad, definida como
regularidad, aplomo y seguridad en sí mismo.
Todas las cosas parecían
encontrarse unidas, lo cual es el significado del vocablo griego
"harmozein", del cual se deriva nuestra palabra armonía. Y como un
subproducto de este orden, equilibrio y armonía, esa persona irradiaba una
sensación de paz, de serenidad y de tranquilidad.
Qué maravilloso sería si todos
expresáramos esa misma clase de energía, ese mismo estado de conciencia. Por
cierto que la imagen que tendríamos de nosotros mismos sería diferente y que,
sin temores ni culpas, podríamos incluso comenzar a vivir honestamente, como a
todos nos gustaría hacerlo. Y eso sin decir que las demás personas se sentirían
muy contentas de estar junto a nosotros. Pero nosotros no podemos fingir.
Pero si tratamos durante un tiempo
de representar un rol de orden y armonía, desde el punto de vista de la
personalidad humana, muy pronto nos convertiríamos en hermosos pero repugnantes
robots, en dulces máquinas excesivamente controladas, emanando permanentemente
un aire protector y condescendiente.
¿Has conocido a esas personas que
presentan una perfección superficial, pero tan delgada que se puede ver a
través de ella? Y, detrás de esa máscara de imperfecta superioridad, en todas
ellas encontramos una revuelta masa de temor y de ira reprimidos.
Para ser realmente una
manifestación de orden y armonía, debemos tomar la Energía del Alma que produce
esas cualidades, y entonces llegamos a ser y ya no es necesario representar
ningún papel. Te sorprenderás al saber que la energía que manifiesta todos
estos atributos es la alegría. El orden y la armonía nacen de la alegría, y no
al revés. El Ángel de la Armonía es la "alegría del Señor", la pura
energía del regocijo, el júbilo y el éxtasis del Yo Superior, que se irradia
como el sol del mediodía para disipar las sombras de la tristeza, la miseria y
la desesperación. Y esto se logra estableciendo el equilibrio y la estabilidad
en nuestras vidas.
La invocación de este Ángel nos
restablece la armonía, libera tensiones, aplaca el estado agresivo. Permite ver
la solución de los problemas con mayor claridad. Brinda paz espiritual. Genera
un campo positivo que pone fin a la tristeza ocasionada por cualquier motivo.
Brinda más alegría y ganas de vivir.
El Ángel de la Armonía ayuda a
eliminar la ansiedad. Especialmente indicado para lograr una recuperación
rápida, incluyendo problemas afectivos de pareja. Restablece el ánimo, da
fuerza, temple y empuje para realizar cualquier tarea que se emprenda. aumenta
la vitalidad y la energía. Actúa contra las fluctuaciones de ánimo, produciendo
un campo mental y una actitud positivos.
Si queremos evolucionar
espiritualmente hemos de crear constantemente armonía en nosotros mismos y
alrededor nuestro.
Te
propongo que:
Siéntate en un lugar cómodo y
tranquilo.
Cierra los ojos y relájate.
Visualiza una luz de un color a tu elección que te evoque armonía.
Si una vez visualizado no te
sientes totalmente a gusto con ese color, cámbialo como cambiarías el canal del
televisor hasta que encuentres el que te satisface visualmente.
Invoca al Ángel de la Armonía y
pídele que la armonía entre a tu vida.
Antes de despedirte, y abrir los
ojos, dale las gracias.
Finalidad:
En la vibración de la paz en la
conciencia; nos ayuda a mantener el equilibrio y la imparcialidad ante todas
las situaciones; nos inspira a vivir con integridad.
Rasgos negativos que pueden
presentarse a partir de las proyecciones del ego: disfrutar ante la idea de un
conflicto, un adversario permanente, un Creador de desorden; una persona que
experimenta mucha oposición en todos los ámbitos de su vida.
Su energía resulta bloqueada debido
a: la ausencia de alegría y de inspiración; la creencia de que cualquier tipo
de ataque está justificado por la autoprotección y de que la paz y la
conciliación son signos de debilidad.
PROGRAMACIÓN ANGÉLICA NRO. 2
Abrirte a tu Ángel
Ten a mano tu libreta de
anotaciones y tu birome. Al tope de una página en blanco, escribe:
"Abrirme a mi Ángel", y la fecha
1) Siéntate en tu lugar sagrado, con
los pies bien apoyados en el suelo y los ojos cerrados. Siente la presencia de
tu Ángel, que se acerca cada vez más. Imagina que te envuelve suavemente con
sus alas.
2) Mientras inhalas y exhalas
lentamente, siente o percibe la presencia de tu Ángel, que te extiende los
brazos. Respira esa proximidad y deja que dentro de ti surja una pregunta.
3) Concentra la atención en tu
corazón. Pon en tu corazón la pregunta que deseas formular, visualizando las
palabras escritas allí.
4) Cuando sientas las palabras en tu
corazón, abre los ojos y anota la pregunta en tu cuaderno. Vuelve a cerrar los
ojos.
5) Con las palabras de tu pregunta en
el corazón y en la mente conéctate con tu profundo deseo de oír la voz de tu
ángel. Escucha en tu corazón y en tu garganta. Pon atención a cualquier
sentimiento que surja. Los ángeles llegan a nosotros a través de los
sentimientos, de modo que esa pueda ser la primera forma de contacto. Permite
esos sentimientos y permanece abierto a las palabras que se presenten.
6) Anota todo lo que recibas, sean
palabras, imágenes o sensaciones.
7) Recuerda agradecer a tu ángel su
mensaje.
8) Lee lo que has recibido.
Observa las sensaciones que te
despierta el mensaje. Puede sorprenderte o quizás te conmueva. Si las palabras
te llenan los ojos de lágrimas o si te sientes conmovida, sabrás que tu ángel
ha hablado a través de ti.
Los ángeles se presentan a nosotros
de modo que podamos recibirlos. Si no estás segura de haber recibido nada,
vuelve a cerrar los ojos y repite el ejercicio desde el comienzo, estableciendo
una conexión más potente con tu deseo de comunicarte con tu ángel. Acepta con
gratitud lo que recibas. No deseches ni critiques lo que aparezca. porque eso
cerrara tu corazón, bloqueando la comunicación. Cuando aceptas, te abres;
cuando estás abierta, es mucho más probable que recibas.
fuente
CREADORA ALEXIIS MUETTERKEN q.e.p.d y Publicado por Maria Elena Syro P
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